La iglesia de Santa María del Mar es una basílica menor situada en la ciudad de Barcelona, Cataluña, España. Fue construida entre 1329 y 1383. Desde el 3 de junio de 1931, tiene la catalogación de Bien de Interés Cultural. La basílica de Santa María del Mar protagoniza la novela de Ildefonso Falcones, La catedral del mar, que ha vendido más de seis millones de ejemplares y ha sido traducida a numerosas lenguas. Igualmente, en la segunda parte de la novela, Los herederos de la tierra.
El origen de este elegante templo se remonta a la época en que Barcelona era una colonia romana. Según indican las crónicas, a los pocos años de la llegada del cristianismo a la población, una comunidad de fieles se estableció en esta zona próxima al mar y formó una necrópolis en la que fue enterrada la mártir Santa Eulalia, que se convertiría posteriormente en la patrona de la Ciudad Condal. Así pues, este cementerio pudo ser el lugar donde se fundó la capilla de Santa María de las Arenas, una pequeña construcción que se fue ampliando poco a poco, y que, según refleja la documentación, en el siglo VII ya era conocida como la parroquia de Santa María del Mar.
En la Edad Media, los largos periodos de construcción de una iglesia, (frecuentemente más de un siglo), solían implicar cambios de estilo arquitectónico. Santa Maria del Mar de Barcelona es una excepción: construida en sólo 55 años, de 1329 a 1384, es la única iglesia de estilo gótico catalán puro. Su estructura es de tres naves casi de la misma altura, con sobrias y altísimas columnas cada 13 metros de distancia, un espacio no superado por ninguna construcción medieval en todo el mundo. La impresión resultante es de una amplitud, elevación y ligereza sublimes, como si la gravedad se hubiera dado la vuelta y atrajera las piedras hacia arriba. Las numerosas ventanas con vidrieras de la iglesia de Santa Maria del Mar juegan un papel importante en este sentido.