El Palau de la Virreina, una joya del barroco civil, fue construido entre 1772 y 1777 como residencia de Manuel d’Amat, virrey del Perú. Vendido por los Amat, el edificio fue propiedad de la familia Carreras, de 1835 a 1944, cuando lo compró el Ayuntamiento. Acogió varios museos y colecciones hasta que, en 1986, se convirtió en sede de la concejalía de Cultura.
En 2007 se aprobó la creación de La Virreina Centre de la Imatge en la planta noble y en una parte de la planta baja, con la misión de generar un espacio para explorar el universo de la imagen y fomentar nuevas experiencias culturales.
Al igual que el Palau Robert, el Palau de la Virreina es un centro de exposiciones de gran calidad y está instalado en un antiguo palacete adquirido por el ayuntamiento de Barcelona.
Historia del Palau de la Virreina.
En 1776, Manuel de Amat y Junient, marqués de Castellbell, volvió a Barcelona con una gran fortuna, tras cesar en su cargo como virrey del Perú, que había desempeñado desde 1761. Como muestra de su riqueza se hizo construir este suntuoso palacio mezcla de decoración barroca y rococó. Fue edificado entre 1772 y 1778 y, tras la muerte prematura de Amat, fue ocupado por su viuda, Maria Francesca de Fiveller y de Bru, por lo que fue conocido como Palacio de la Virreina. Los planos ya existían en el año 1770, pero no se conoce con certeza quien los diseñó, siendo atribuidos a Josep Ausich.
La fachada principal se estructura simétricamente en ejes verticales marcados por los balcones con el refuerzo de seis pilastras con capitel de tipo jónico. Los balcones tienen barandilla de forja. Doce ménsulas sostienen una cornisa coronada con una balaustrada con doce grandes jarrones.